Es difícil mirar estas imágenes y no sentir nostalgia. Así era nuestra parroquia El Paraíso en las décadas de los años 50 y 60. Una de las urbanizaciones caraqueñas con más áreas verdes, árboles, espacios para disfrutar y hasta lagos y ríos teníamos, pero la voracidad urbanística fue borrando, destruyendo y aniquilando todos esos privilegios. Hoy en día, tenemos un ambiente asfixiado por las invasiones, destrucción de las áreas verdes, construcciones anárquicas, basura. Pero, somos los habitantes los que debemos cuidar lo que aún nos queda: nueve plazas, avenidas que conservan su vegetación, un parque zoológico, instalaciones deportivas, un estadio olímpico. La Cota 905 era una vía de tránsito rápido, ni la sombra de lo que es hoy. Aprendamos a conservar y cuidar la naturaleza que tantos beneficios nos proporciona, si no lo creen, imaginen si estos espacios los pudiésemos disfrutar en la actualidad.
Donde está el liceo Edoardo Crema, ubicado frente al Pedagógico, allí existía un lago donde venía la gente de toda Caracas y ciudades cercanas a pasar ratos de verdadero esparcimiento. Un hipódromo para la apuesta de carreras de caballos donde la gente gastaba sus churupos sin mucha conciencia, y las damas de la sociedad lucían sus refinados vestuarios acabó con esa maravilla.
La plaza Madariaga estaba rodeada de vegetación, árboles, áreas limpias. Era un lugar donde los fines de semana acudían las familias para recrear a los niños. Hoy en día, su entorno fue asfixiado por centros comerciales, negocios y afortunadamente, la Misión Cultura y el Ministerio del Poder Popular para el Deporte programan actividades culturales y deportivas los fines de semana, lo que hace que aún conserve cierto encanto y muchas personas la han convertido en su gimnasio preferido para mantenerse saludables.