Necesitamos buscar algunas soluciones para enfrentar la guerra económica que han emprendido algunos empresarios, distribuidores, empaquetadores y comerciantes contra el pueblo venezolano, confrontación de la que no se han salvado ni los niños a quienes les han escondido los pañales, alimentos nutritivos, compotas, leche. Uno de los ataques más certeros es poner a la gente a hacer cola, acción en la que se confabulan el sol, el calor y los comentarios de los escuálidos cargados de odio y barbaridades que buscan principalmente dar de baja a los chavistas, quienes prefieren retirarse antes que soportar sus vomitivos argumentos contra el gobierno.
Entre las medidas que podemos tomar para no caer aniquilados en esta confrontación y que le ayudarán a salir airosos de ésta guerra económica le recomendamos:
1. No
tiene azúcar: haga melao de papelón que
sirve para endulzar el café, los jugos, el tetero y de paso es más nutritivo,
no tiene componentes químicos.
2. No
tiene leche: Haga leche de ajonjolí. Tome una taza de esta semilla, agréguele
una taza de agua caliente, déjela reposar por media hora, bote el agua, que le hecho inicialmente. échele agua fría filtrada,
licue y cuele. Tendrá una leche con más calcio que la de vaca.
3. Aceite.
Consuma las carnes asadas, en parrilla.
4. Pañales:
Confeccione unos cuantos pañales de tela, mientras dura la escasez.
5. Jabón
en polvo: Utilice jabón líquido. Es más ecológico, produce menos daños a la piel y necesita menos agua
para eliminar su efecto jabonoso.
6. Carne:
sustituya las proteínas por las existentes en los granos, pescado.
7. Camine:
Recorra varias calles donde hayan negocios pequeños, donde no haya cola, de comerciantes chinos.
Entre y encontrará algún producto o
sustituto de los desaparecidos por obra y gracia del capitalismo salvaje
que nos acostumbró a consumir lo que los empresarios quieren. De paso, estará mejorando su salud, tonificando sus músculos y oxigenando sus pulmones.
8. No
se aferre a marcas o a productos con gran publicidad. Están apareciendo
productos de empresas familiares, comunitarias que son tan buenos o mejores que
los de marcas.
9. Antes
de pagar, busque el precio justo. Se asombrará que en muchos casos quieren
cobrarle algo más de lo que indica el envase. Afine su agudeza, defienda su
bolsillo.
10. Compre lo necesario, no se convierta en acaparador. Piense en los demás. A las harinas de maíz y trigo le salen gorgojos, al azúcar la invaden las hormigas.